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Consejería Pastoral en la Iglesia Local

Foto del escritor: Jesús ZabaletaJesús Zabaleta

El ministerio del cuidado pastoral es responsabilidad de toda la comunidad de fe, y no es labor de una sola persona, pues el mismo Jesús estableció «pastores y maestros, a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo, hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios» (Efesios 4:11-13).  



El propósito de Jesús era que los discípulos aprendieran a hacerlo viendo a Él en la praxis, junto con Él y después sin Él, pero con la guía del Espíritu Santo: “pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra” (Hechos 1:8).

El Señor nos da ejemplo de cómo Él no solo cuidaba a sus doce discípulos, sino que también les mostraba a ellos como impactar a la sociedad en ese tiempo: “ Y Jesús iba por toda Galilea, enseñando en sus sinagogas, proclamando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo.” (Mateo 4:23).

Es por lo anterior que el presente ensayo tiene la intención de responder a esa necesidad en la iglesia local de tener un programa de Consejería Pastoral que responda a las necesidades físicas, espirituales y emocionales de la comunidad de fe.

Este programa abarca los siguientes secciones: 1) se presentan las bases bíblicas de la consejería pastoral; 2) se esbozan las características del consejero pastoral; 3) se establece un equipo de apoyo a la consejería pastoral para soportar el ministerio que respondan a casos de emergencia; y 4) se presenta un red de referidos compuesta de profesionales y de agencias sociales y/o gubernamentales que beneficien a las personas de la iglesia local. Finalizando con un sumario y una conclusión.

Bases Bíblicas de la Consejería Pastoral

La visión del ministerio de consejería pastoral es holística, porque concibe al aconsejado como hecho a imagen de Dios, es decir, un ser tripartito (Alma, Cuerpo y Espíritu), pero también es bíblica porque se sustenta y desarrolla desde la Palabra de Dios y en el ministerio de Jesús como “el centro de nuestra fe”[1]  y referente del cuidado pastoral por excelencia.

De acuerdo con lo anterior, las bases bíblicas de la consejería pastoral que permiten alcanzar la visión implican : 1) la labor de la consejería pastoral propende por desarrollar el ministerio laico[2] con el fin de delegar funciones por causa de la extensión y crecimiento de la iglesia para que otros miembros ofrezcan cuidado pastoral (Hechos 6:1-7); 2) ofrecer un cuidado y nutrición pastoral de la comunidad de fe dando testimonio de honestidad y señorío de Cristo en la vida del consejero para con el aconsejado (1 Pedro 5:1-4) , 3) servir sacrificialmente con amor, de manera humilde, sin acepción de personas y poniendo al servicio de la comunidad los dones del Espíritu Santo, para satisfacer las necesidades tanto física como espirituales de la cada miembro de la iglesia y sostenerlos en tiempos de adversidad y sufrimiento (Romanos 12); y 4)  la visión igualmente implica que cada miembro de la comunidad de fe crezca, se multiplique y  sea lanzada para que ejerza su real sacerdocio (1 Pedro), a través de ministerio laico,  donde el cuidado pastoral no es exclusivo al pastor sino de toda la comunidad de fe  (Efesios 4:11-12), para el mismo cuerpo de Cristo y fuera de este de acuerdo el contexto sociocultural[3] donde se ejerza.

Características del Consejero Pastoral

Las siguientes son las características del Consejero Pastoral que corresponde a la sección 2 del componente de mi programa de consejería pastoral en la iglesia local.

La Misión del Ministerio Pastoral en la Búsqueda de la Sabiduría

La misión del ministerio pastoral está centrada en la búsqueda ante todo de la sabiduría para dar consejo “sanador o terapéutico”[4] y por otro lado “del uso apropiado de la palabra”[5], con el propósito de que el cuidado pastoral se conciba como toda acción de la comunidad de fe,  que busca responder a las necesidades físicas, emocionales y espirituales de sus miembros desde un enfoque holístico[6], es decir, integral.  Schipani enfatiza la necesidad de comprender la sabiduría como un proceso que da “orientación para la vida buena – “pedagogía” y “consejería” – fundamentada en la comprensión de lo que Dios quiere y ofrece a la humanidad y al mundo”.[7] La búsqueda de  la sabiduría en el ministerio pastoral es en síntesis discernir lo que el aconsejado está viviendo, ayudar en la búsqueda de encontrar un camino mejor que él está caminando, orientarle en la toma de decisiones y que pueda vivir de manera saludable en comunidad.[8] 

Las Tres Reglas de Juan Wesley aplicadas en la Consejería Pastoral y Asuntos Éticos

Las tres reglas de Juan Wesley aportan un legado en el caminar de santidad del cristiano, y sobre todo en la práctica de la consejería pastoral, que tienen implicaciones éticas cuando en todo tiempo se trata de personas dentro y fuera de la comunidad de fe. El apóstol Pablo hizo un llamado a la iglesia en Éfeso (Efesios 4:1) y a los Filipenses (1:27) de vivir una vida digna de nuestro llamado como hijos e hijas de Dios. Las tres reglas de Juan Wesley encierran justamente ese llamado.

La regla No hagas Daño, significa respetar las diferencias de otras personas, sean de carácter cultural, social, político y aun teológicas, en medio de la consejería. Si la persona está en desacuerdo con nosotros en algún asunto de consejería, no debemos hacerle daño.[9]  Se debe tener cuidado con lo que se dice y cómo se dice.[10]

El aconsejado espera una total confidencialidad de nuestra parte con el manejo de la información obtenida de él, siempre y cuando no ponga en peligro la vida de otras personas y la de él mismo.

El propósito de las reglas éticas mediadas por este principio de No hacer Daño es la de proteger al más débil. Por ejemplo, en el abuso a menores de edad y maltrato o violencia intrafamiliar.

 Haz el Bien, es la segunda regla de Juan Wesley que podemos aplicar en nuestro trabajo pastoral, con la cual podemos poner en práctica la Palabra de Gálatas 6:10: “Así que entonces, hagamos bien a todos según tengamos oportunidad, y especialmente a los de la familia de la fe.” Ahora, el hacer el bien, no es solo con la familia de la fe, sino en cuanto “tengan oportunidad y en la medida posible a todos.”[11] Esto nos permite entender el concepto de “cuidado pastoral” como “actos de servicios”. Es ir a suplir la necesidad del otro, despojándose de la comodidad y siguiendo el ejemplo sacrificial de Cristo.

Y la tercera regla, Cumple con Todas las Ordenanzas de Dios, debería ser la más importante. Es importante porque todo consejero pastoral debe tener una vida de devoción a Dios, practicando las disciplinas espirituales, las cuales permiten mantener una relación viva y de crecimiento con Él.[12] Esta vida devocional ayuda en la consejería para escuchar la voz de Dios y ser más eficaces con el aconsejado.

Educación y/o entrenamiento

Las personas involucradas en un programa de consejería pastoral deben ser capacitadas en ese rol, pues el ministerio pastoral no es un asunto de una sola persona [13] (Efesios 4:12) De hecho, una función del pastor es “la de capacitar, entrenar, inspirar y supervisar a los laicos en su ministerio dedicado al cuidado”, [14] lo que hace del ministerio una labor más eficaz. El tipo de entrenamiento que necesitan estas personas deber ser tanto teórico (espiritual), como práctico. La forma de encontrar la gente correcta para ser entrenada es con una “invitación especifica” [15] y deben seguir una formación que incluya fundamentos bíblicos de teología pastoral.

Las habilidades que se han practicado en las triadas semanalmente se pueden llevar como una especie de talleres-clínicas para rehacer casos tratados, guardando la confidencialidad y la identidad de las personas. En estos talleres se desarrollarán técnicas como el escuchar, el parafraseo, el reflejo de sentimientos, preguntas, etc., las cuales permiten adquirir habilidades de consejería de forma más práctica.

Autocuidado

El autocuidado como consejero pastoral es importante en su praxis social. Debe ser un testimonio de vida para que las ovejas se congreguen alrededor de él como su guía. Por ello debe asegurarse de ser un cristiano nacido de nuevo (Juan 3:1-21); estar seguro de su llamado (Efesios 4:11-12); con dones de discernimiento para cuidar (1 Cor. 12.); con palabra de conocimiento para aconsejar; tener el don de gobernar (1 Cor. 12:28) y enseñar de manera que las ovejas se sientan satisfechas. Debe apoyarse siempre en la guía del Espíritu Santo (Romanos 8:14). Es un ministro consagrado, que vive en santidad, practicante de las disciplinas espirituales.[16] Vive una vida de oración.

Equipo de Apoyo a la Consejería

La consejería pastoral no es una labor que debe hacerla solo el pastor de la iglesia. Se debe contar con un equipo de apoyo para que la comunidad de fe[17] goce del beneficio del cuidado pastoral ejercido por personas entrenadas, acreditadas y profesionales que sean una extensión del pastoreo de parte de Dios.

La presente sección desarrolla los componentes que tienen que ver con el equipo de apoyo pastoral.

Respondiendo a Emergencias

El equipo de personas que está dispuesto a responder a situaciones de emergencias está compuesto de tres parejas de matrimonio (pastores asociados), que es coordinado por la pareja de pastores principales, quienes son los fundadores de la iglesia. Las tres parejas de cuidado pastoral están capacitadas para atender emergencia de índole matrimonial, familiar, con jóvenes, solteros, niños y madres solteras cabeza de familia. La disponibilidad de estas parejas es 24/7 y se rotan los casos de emergencia para evitar desgaste emocional y físico. Cada pareja tiene que rendir cuentas a los pastores principales.

Manejo de incidentes

La iglesia ha diseñado procedimientos en casos de violencia doméstica y abuso de menores. Se ha establecido dos manuales: Manejo de Conflictos y un Código de Ética. Todos los consejeros pastorales se deben acoger a lo establecido en esos manuales.[18] Cada uno de ellos debe reportar los incidentes presentados y la forma cómo se abordan a los pastores principales para hacer seguimiento. La comunidad de fe también tiene el derecho de denunciar antes los pastores principales cualquier abuso de la parte de los consejeros. El propósito central es proteger la dignidad de las personas, procurar el bienestar físico y emocional de todos, y resolver los conflictos en la medida de lo posible donde se requiera, pero siempre velando por la ética en las consejerías pastorales.

Consejería Pastoral

Los casos que ameritan consejería pastora serán atendidos por un equipo de cuatro líderes de ministerio que se ocupan de las citas gerenciadas por los pastores principales. Estas personas fueron entrenadas durante la plantación de la iglesia, con “invitación especifica”[19], es decir, se hizo de manera directa y personal, teniendo cuenta el carácter, dones espirituales y recorrido ministerial. Hasta el momento ninguna de estas personas, incluyendo los pastores principales, tienen credenciales y tampoco son profesionales. El plan que tenemos es buscar la acreditación muy pronto.  Mientras tanto, cuando se traten casos muy complejos donde se requieran profesionales, se remiten a un equipo de consejeros acreditados externos que se tiene en el contexto ministerial inmediato.

Pero valga decirlo, si se debe tener la intención de tener un equipo acreditado profesional cerca y al interior de la iglesia local. 

Sumario y Conclusión

En resumen, se podría decir, primero, que toda visión de un ministerio de consejería pastoral debe ser holística, pues concibe al hombre como ser tripartito, pero indiscutiblemente debe tener un fundamento bíblico. Este se nutre y se desarrolla en base a la Palabra de Dios, en cuanto al cuidado pastoral y tomando como referencia el ministerio de nuestro Señor Jesucristo. Segundo, para que el programa de consejería pastoral en la iglesia esté bien dirigido, se necesitan consejeros con ciertas características esenciales. Pero antes que nada, se debe tener preciso la visión del ministerio pastoral y esta se centra en la búsqueda de la sabiduría para dar consejo, discernir lo que el aconsejado está viviendo, para ayudar en la búsqueda de un camino mejor que él esté viviendo, orientándole en la toma de decisiones, y este que pueda vivir de manera saludable en comunidad. Y tercero, la consejería pastoral no se puede hacer en solitario. No es una labor para una sola persona, por ejemplo, el pastor de la iglesia. La iglesia debe contar con un equipo de apoyo pastoral para que la comunidad de fe goce del beneficio del cuidado pastoral ejercido por personas entrenadas, acreditadas y profesionales que sean una extensión del pastoreo de parte de Dios.


[1] Daniel S. Schipani, Manual de Psicología Pastoral Fundamentos y Principios de Acompañamiento (Cuba: Seminario Evangélico de Teología, 2016), 3.

[2] Bruce L. Petersen, Fundamentos del Cuidado Pastoral ( Lenexa, KS: Casa Nazarena de Publicaciones, 2015) 39.

[3] Elisabeth A. Nesbit, Heather Davenduk Gingrich y Fred C. Gingrich, Técnicas para una consejería efectiva (Barcelona, España: CLIE, 2019), 122.

[4] Schipani, Manual…, 41.

[5] Ibid., 41.

[6] C. René Padilla, Bases bíblicas de la misión: perspectivas latinoamericanas, (Buenos Aires: Nueva Creación, 1998), 196–197.

[7] Schipani, Manual…, 42.

[8] Ibid., Manual…, 42

[9] Rueben O. Job, Tres Reglas Sencillas: Una Conducta de Vida Wesleyana (Nashville: Abingdon, 2008), 24.

[10] Job, Tres…, 25.

[11] Ibid., 35.

[12] Ibid., 55.

[13] Petersen, Fundamentos…, 27.

[14] Howard Clinebell, Asesoramiento y Cuidado Pastoral: Un Modelo Centrado en la Salud Integral y el Crecimiento (Nashville, TN USA: Abingdon Press, 1995), 38

[15] Petersen, Fundamentos…,63.

[16] Petersen, Fundamentos…,33.

[17] Schipani, Manual…, 12.

[18] James E. Giles, De pastor a pastor: Ética pastoral práctica, Duodécima edición (El Paso, TX: Editorial Mundo Hispano, 2013), 63.

[19] Petersen, Fundamentos…, 63.

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